martes, 31 de mayo de 2011

Desapalancamiento de los hogares ( Estados Unidos)

¿Cómo se desenvuelve el proceso de desapalancamiento de los hogares en Estados Unidos?
¿Cuánto tiempo durará, y qué consecuencias plantea para las perspectivas? El apalancamiento de los hogares — definido como la razón entre deuda y activos— trepó a una meseta más alta a fines de los años noventa, al distenderse las normas crediticias y permitirse que los hogares se endeudaran más para comprar viviendas de valor cada vez mayor. Al mismo tiempo, los hogares financiaron una porción de su consumo contrayendo préstamos usando sus propiedades como garantía .El nivel de apalancamiento se incrementó marcadamente durante la crisis al derrumbarse los valores tanto de las viviendas como de los activos financieros, desencadenando el ciclo de desapalancamiento subsiguiente. Al final del tercer trimestre de 2010, la deuda de los hogares llego a representar 122% del ingreso anual disponible, lo que marca una caída desde el máximo de 133% registrado al final de 2007.

Si la deuda siguiera cayendo al mismo ritmo de los años, deberían entonces transcurrir otros 6 años para que los pasivos disminuyan a los niveles observados previo a la burbuja inmobiliaria, de aproximadamente 90% del ingreso disponible. Según se desprende de la experiencia con anteriores burbujas del sector inmobiliario en las economías avanzadas—especialmente en los países escandinavos—con el tiempo el endeudamiento efectivamente tiende a volver a sus niveles normales previos a la burbuja.
¿Cómo se está produciendo el ajuste? El saldo de pasivos evoluciona con la otorgamiento de nuevos préstamos, los pagos netos y los incumplimientos que dan lugar a una cancelación de la deuda. Se estima que más del 60% de la reducción de pasivos desde principios de 2008 se produjo como resultado de incumplimientos, especialmente de deudas hipotecarias. Mientras tanto, el otorgamiento de nuevos préstamos también es escaso, en concordancia con la menor demanda y el endurecimiento de los estándares crediticios reportado por oficiales de crédito de los bancos comerciales.

¿Qué significa todo esto para las perspectivas? El bajo nivel de nuevos créditos va de la mano de una demanda deprimida de viviendas y otros bienes de consumo duraderos. La tasa de ahorro de los hogares se mantiene alta por la reticencia de los consumidores a asumir nuevas deudas debido a las perspectivas inciertas acerca de sus ingresos futuros o porque sus pasivos ya son suficientemente elevados como para plantear un riesgo financiero. La falta de disposición de los prestadores a conceder nuevos préstamos, dada la incertidumbre que rodea a sus propios balances, también colabora al ahorro de los hogares.

Este proceso deliberado de desapalancamiento allana el camino para que los balances recuperen solidez y se fortalezca el consumo en el futuro, aunque en el ínterin impide una recuperación económica más rápida. Sin embargo, la reducción de la deuda de los hogares que se produce por incumplimiento de las hipotecas tiene sustanciales externalidades negativas para la economía en general. Las ventas de viviendas en situación de ejecución hipotecaria tienen un impacto adverso desproporcionado en el precio de las propiedades y por esa vía en el patrimonio de los hogares, determinante clave de las decisiones de consumo. Las reestructuraciones de deuda sostenibles, que romperían el círculo vicioso entre la debilidad de la demanda agregada, el empleo, las ejecuciones hipotecarias y los precios de la vivienda, son difíciles de concretar.

Las endebles perspectivas para los precios de las viviendas y la riqueza inmobiliaria son un factor adverso significativo para una recuperación más veloz del producto y el empleo en los Estados Unidos.

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